12 razones para realizar intercambio de idiomas

Hoy en día, muchísima gente habla de los famosos intercambios de idiomas. Para aquellos de vosotros que aún no estéis familiarizados con este término, el intercambio de idiomas, también llamado tándem, es una forma alternativa de aprendizaje en la que dos personas con diferentes lenguas maternas conciertan una cita para enseñarse un idioma el uno al otro. De este modo, si tu lengua materna es el español y te interesa aprender inglés, debes quedar con alguien que hable inglés y que quiera aprender español. Si te encuentras en Barcelona, y te gustaría ir a un buen garito a hacer intercambio de idiomas, te recomiendo que le eches un vistazo a la revista gastronómica barcelonesa Gastromarkit, donde encontrarás información sobre los mejores garitos de la Ciudad Condal.

Durante la sesión de intercambio de idiomas, lo ideal es que dediquéis parte del tiempo a hablar en inglés y otra parte a hablar en español. Aunque se pueden hacer otras cosas aparte de hablar, la esencia del intercambio de idiomas recae en la práctica de la comunicación oral. Sin embargo, el intercambio de idiomas tiene muchísimos beneficios que seguramente nunca os habíais planteado, y en este post vamos a ver 12 de esas ventajas.

1. Práctica oral

Como he mencionado en la introducción, la práctica oral (el famoso “speaking”, en inglés) es probablemente uno de los aspectos en los que el intercambio de idiomas nos beneficia en mayor medida. Normalmente, cuando dos personas deciden realizar una sesión tándem, deciden quedar en una cafetería, un bar, un restaurante, o incluso en un parque. Por este motivo, lo más fácil de hacer en esos sitios es hablar. Además, y esto es prácticamente innegable, hablar es normalmente la destreza que más nos cuesta desarrollar en una lengua extranjera. Esto se debe a varios motivos, entre los que podemos destacar que no es fácil encontrar a alguien que hable el idioma que necesitamos practicar. Además, aprender a hablar requiere muchísima práctica, especialmente si queremos adquirir un acento natural, y, como ya he dicho, necesitamos a alguien con quien hablar, por lo que es prácticamente imposible mejorar por nuestra cuenta.

Pues lo dicho, lo más fácil es hacer intercambios de idioma.

2. Atención individualizada

Hay momentos en los que, cuando queremos aprender un idioma, no nos sentimos cómodos rodeados de personas a las que no conocemos bien. Esto nos puede pasar, por ejemplo, en una academia de idiomas. Aunque aprender como parte de un grupo tiene muchísimas ventajas, a veces podemos sentirnos incómodos o podemos sentir que necesitamos más atención del profesor para poder mejorar más rápidamente.

La mayoría de los intercambios de idioma tienen lugar en parejas, por lo que son geniales si crees que necesitas atención individualizada. De esta forma, la otra persona puede centrarse única y exclusivamente en lo que tú estás diciendo, en vez de ir cambiando entre personas, como cualquier profesor tiene que hacer normalmente.

3. Feedback instantáneo

Otra de las cosas que caracteriza el intercambio de idiomas es que al instante podemos saber si lo estamos haciendo mal o bien. Lo bueno de tener a un hablante nativo con nosotros es que sabrá al instante si estamos cometiendo algún fallo, y sabrá ofrecernos una corrección o una alternativa adecuada a lo que hemos dicho. Por otro lado, los alumnos de idiomas muchas veces nos preguntamos si un nativo nos entendería bien. Pues mirad, durante cualquier tándem tendremos una respuesta inmediata a esa pregunta, ya que tendremos feedback de manera instantánea.

4. Práctica en vivo y en directo

Los métodos de aprendizaje tradicional tienen sus ventajas, pero está más que comprobado que también tienen sus grandes inconvenientes. De hecho, cuando oímos las palabras “aprender” o “estudiar”, nos imaginamos en una clase o en casa, apoyados sobre un escritorio con los libros abiertos delante de nosotros, intentando memorizar listas y definiciones. Normalmente, no hay nada de malo en ello a no ser que esa sea la única forma que tienes de aprender/estudiar.

En una sesión de intercambio de idiomas te puedes olvidar de los libros y de las repeticiones memorísticas. Durante una sesión de tándem, tu compañero y tú estáis ahí, para practicar en directo en ese lugar y en ese momento. No hay examen ni presiones externas, simplemente estáis tú y tu compañero, lo cual es genial para aprender cómodamente.

5. Práctica natural

Cuando estudiamos en casa o en el colegio, desafortunadamente, todo parece un simulacro de la realidad. Ello hace que el aprendizaje sea, en ocasiones, muy artificial, o al menos que lo parezca. Cuando realizamos un intercambio de idiomas, eso no pasa. Eso no pasa porque durante el tándem no estáis actuando, ni haciendo ningún tipo de simulación. Al ser algo que pasa en directo, se trata de algo que nos proporciona situaciones naturales en escenarios reales, teniendo conversaciones reales con gente de verdad. Se trata de una experiencia completamente verídica y natural.

6. Comunicación real

Aunque utilizar libros de texto para aprender un idioma tiene innumerables beneficios, para aprender un idioma de manera efectiva, hemos de estar en contacto con el idioma real de forma directa. Y dicho “idioma real” puede, en muchos casos, diferir en gran medida del idioma que encontramos en los libros. De hecho, muchísimos alumnos avanzados en una lengua extranjera aún recuerdan lo difícil que les resultó entender a hablantes nativos la primera vez que hablaron con alguno en una situación real, aun teniendo un nivel alto de antemano. Esto es algo normal y que nos pasa, o nos ha pasado, a todos, y se debe a que el idioma que aprendemos de los libros de texto está muy idealizado. Por ejemplo, no suele haber ruido de fondo, no hay acentos locales fuertes, siempre hay instrucciones, etc. Durante un intercambio de idiomas nos saltamos todas esas limitaciones y nos ponemos en contacto directamente con el idioma de verdad, tal y como lo hablan los hablantes nativos de la lengua que estás aprendiendo. Esto nos lo pone muchísimo más fácil para comprender a la gente cuando viajamos, os lo aseguro.

Además, cuando conocemos a un hablante nativo, tendremos la oportunidad de aprender expresiones idiomáticas de lo más actuales. Esto significa que aprenderemos palabras y frases que no aparecen en los libros de texto, ya sea porque no están actualizados o porque algunas expresiones no sean del todo apropiadas para un contexto estrictamente educativo. Sin embargo, que no sean del todo adecuadas para un libro de texto no significa que no merezca la pena aprenderlas.

7. Temas significativos

Seguimos viendo lo realista que son los intercambios de idiomas. ¿No estáis un poco cansados, cuando estáis aprendiendo un idioma en clase, de tener que hablar sobre “proteger el medio ambiente”, “actividades al aire libre”, “especies en peligro de extinción”, “tecnología e internet”, etc.? ¿Por qué no hablamos de los conflictos bélicos que ocurren alrededor del mundo, o de las próximas elecciones en nuestro país? ¿O de los cotilleos de algunas estrellas mundialmente conocidas? Una de las grandes ventajas del intercambio de idiomas es que nos permite elegir cualquier tema de conversación, dejando atrás los tradicionales temas de los libros de texto, que tan trillados tenemos ya. Hemos de ser nosotros mismos y hablar de cosas que realmente nos interesen.

8. Flexibilidad geográfica

Otra de las cosas buenas de los intercambios de idiomas es que podemos elegir dónde realizar la sesión tándem. ¿Tenemos ganas de echarnos un café? Sin problema. Simplemente tenemos que acordarlo con nuestra pareja de intercambio y punto. Además, y esto es algo muy interesante, podemos adaptar lo que queremos aprender según el sitio dónde realicemos el intercambio de idiomas. Por ejemplo, si queremos aprender a pedir algo en un bar o un restaurante, podemos irnos a uno con nuestro/a compañero/a y practicar. ¿Queremos aprender vocabulario de la ciudad? Pues nos vamos a dar un paseo y vamos hablando de lo que nos vamos encontrando, pudiendo preguntar cosas y aprender sobre la marcha. ¡Esto es genial!

9. Conocer gente nueva

Una de las cosas que hace del intercambio de idiomas algo especial (¡aparte de todas las ventajas anteriores!) es la oportunidad de conocer gente nueva. Esto es especialmente relevante cuando nuestros amigos ya no viven en la misma ciudad, o cuando nos hemos mudado temporal o permanentemente a otra ciudad. A veces es difícil hacer amigos. Pues bien, ¿por qué no nos tomamos un café con algún desconocido mientras practicamos una nueva lengua? Puede que no todas las personas con las que quedemos vayan a convertirse en nuestros mejores amigos, pero seguro, segurísimo, que vamos a encontrar a alguien con quien encajemos y con quien disfrutemos pasar el rato. ¿Quién sabe? ¡Igual conocemos a nuestra media naranja, con quien tendremos hijos bilingües o, incluso, trilingües! Pero bueno, ¡no adelantemos acontecimientos! Simplemente recordad que las sesiones de tándem son geniales para conocer a gente nueva.

10. Actividades dinámicas

El aprendizaje de un idioma no debe estar restringido a un aula, con un profesor, un libro y unos compañeros de clase. Si organizamos nuestro propio intercambio de idiomas, podemos aprender un idioma mientras hacemos algo divertido. Por ejemplo, podemos ir de paseo con nuestro perro y nuestro compañero de intercambio. Y, ¿por qué no nos vamos a un bar a ver un partido de fútbol? Haciendo esto, podemos aprender mucho vocabulario relacionado con el deporte, por ejemplo. Existe una infinidad de posibilidades. Simplemente tenemos que pensar, “¿qué me gustaría hacer y dónde me gustaría hacerlo?”, y luego lo hablamos con nuestro compañero de tándem para llegar a un acuerdo.

Recordad que la manera más auténtica, y probablemente más eficaz, de aprender un idioma es mientras hacemos cosas reales, especialmente si lo que hacemos nos gusta.

11. Práctica grupal

Hasta ahora hemos hablado solo del intercambio de idiomas como algo entre dos personas. Sin embargo, las sesiones de tándem pueden realizarse en grupo también, por lo que podemos llevar a un amigo o una amiga para que el intercambio sea más dinámico. Esto puede ser especialmente útil para reducir el estrés que nos puede producir quedar por primera vez con alguien completamente desconocido. Además, 4 o 5 cabezas piensan más que 2, por lo que habrá muchos más temas de conversación.

La idea de los intercambios grupales también afecta a los beneficios mencionados anteriormente. Por ejemplo, podríamos llevar a cabo un intercambio de idiomas mientras jugamos a un juego de mesa con un grupo de personas. También conoceremos a más gente, lo cual será muy positivo para nuestra vida social, ¿no creéis?

12. El intercambio de idiomas es GRATUITO

Por último, pero no menos importante, como ya mencionamos en un post anterior, el intercambio de idiomas es completamente gratuito. Sí, así es, no cuesta absolutamente nada. A ver, si realizamos el tándem en una cafetería, bar o restaurante, igual nos gastamos algo de dinero, pero no tenemos por qué hacerlo ahí si no queremos. Así que si andamos un poco ajustados de pasta, podemos organizar una sesión de intercambio en algún sitio donde no necesitemos pagar por nada. Así que el dinero ya no es una excusa para no aprender un idioma, ¿eh?.

Si aún no estáis convencidos de los beneficios del intercambio de idiomas…, bueno, ¡ya eso es imposible! Si os ha gustado este post, compartidlo con vuestros amigos. Y si tenéis alguna pregunta, podéis dejarla en los comentarios.

, ,

Entradas relacionadas

No se han encontrado resultados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar

Menú